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El origen de BlueStar (llamado BlackStar durante el desarrollo) es la culminación de un proyecto de final de carrera de ingeniería informática desarrollado por Serafín Fernández Esteban y dirigido por Enric Martí Godià. Ha dado lugar a un artículo en las IV Jornadas de Innovación Docente y se adaptó para ser usado en la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales (EEUE) . Entre otras características, destaca por superar con creces las resoluciones de representación de funciones que ofrece Matlab o Maple.

 

 

 

 

Las tecnologías empleadas para dotarlo de tan alto rendimiento son varias. Empezando por su motor gráfico hecho con OpenGL. La elección de OpenGL se debe a que se trata de una herramienta muy potente debido a que gestiona los gráficos a bajo nivel, lo que le dota de gran velocidad pese a que su diseño se hizo pensando en calidad.

Se usan técnicas de precompilación de los puntos muestreados. Estos puntos se guardan en la memoria de video ya que es mucho más rápido trabajar con ella que recalcular de nuevo la función. Además la forma de unificar los punto muestreados se hace mediante triángulos concatenados que es una de las funciones más rápidas de OpenGL. Adicionalmente ayuda a minimizar la múltiple lectura de puntos por lo que la optimización aumenta proporcionalmente con el aumento de resolución.

Se usa una iluminación difusa que ayuda a suavizar los contornos que se puedan producir al discretizar la función, de esta manera se da más realismo y sensación de calidad de imagen. Se necesitaría visualizar un rango muy amplio o un muestreo muy bajo para poder apreciar el efecto de escalonado (aliasing )

El resultado es que el programa de forma predeterminada toma 160000 puntos de cada función pero se puede configurar para tomar más de 26 millones de puntos. Son unos cuantos más que los 100 puntos que usa de forma fija el programa Maple o los 3481 puntos fijos que usa Matlab. De hecho, como es capaz de poder mostrar hasta 9 funciones de forma simultanea, podríamos llegar a trabajar con casi 236 billones de puntos.

 

 

 

 

Transgresor, innovador, sencillo, provocativo, divertido... Los programas matemáticos suelen disuadir a los jóvenes estudiantes de usarlos debido a su elevada complicación y por su fría interfaz. BlueStar consigue que los usuarios sientan la curiosidad de probar sus características, que la edición y visualización de una función matemática sea algo agradable, trivial, gracioso... así que de cara a diseñar el programa había que olvidarse de lo que había hasta el momento.

Entre otros tipos de movimientos para la observación de las funciones, dispone de un sistema de navegación equivalente a un simulador de vuelo, lo que nos permitirá revolotear por las funciones como si estas fueran montañas en un escenario de un videojuego y nosotros pilotásemos un avión. Además podemos activar la regeneración de la función en tiempo real, por lo que aunque nos movamos por las coordenadas, siempre estaremos viendo el rango de la función por la que nos encontremos en ese momento. Todos los movimientos se realizan en tiempo real y de forma muy sencilla usándo únicamente el ratón.

¿Cansado de la seriedad de las matemáticas? Podemos relajar un poco el ambiente si activamos el cielo con nubes para sentirnos como dentro de un anuncio de compresas o quizás preferimos el tema de tinieblas si estamos hechos unos diablillos. ¿Elección de colores para la función? Ahora podrías dudar entre aplicar el tema Orgullo gay o el Pirulo tropical por ejemplo. Quizás si aplicas un nivel de transparencia y la iluminación con sombras te ayudarán a ver mejor la función.

¿Y cómo se editan las funciones? En BlueStar no hay que escribir llamadas a procedimientos con las funciones escritas de una forma particular del programa ni mezcladas además con el rango de muestreo. Las funciones se editan usando una forma muy similar a la típica notación de clase. Y después de visualizarlas, se pueden guardar en un archivo, exportarlas en formato 3ds por si se quieren usar en algún programa tipo AutoCad... o quizás te apetezca superponer otra función y ver si se produce una intersección entre ellas o tal vez se trata de un plano tangente a un punto.

También se puede visualizar una rejilla para contemplar la escala, hacer cortes de función con otra función, editar paletas de colores con cambios de color o degradado a los niveles que queramos, guardado automático de todo el entorno para que en la siguiente ejecución todo esté como lo habíamos dejado, explicaciones detalladas al lado de cada opción del programa, uso de funciones geométricas, funciona bajo windows o linux (usando Wine)...

Todo esto y más por menos de 4Mb de espacio en disco. Incluso Aladino solo tuvo 3 deseos.